Por Raquel Ortíz vía VIX
En una relación saludable se disfruta de un amor genuino, confianza, respeto mutuo, honestidad, apoyo, comunicación, cariño y más bellos sentimientos, emociones y aventuras que vives con tu pareja.
Sin embargo, tener una buena relación no significa que todo es miel sobre hojuelas 24/7. De vez en cuando los mal entendidos, problemas y desacuerdos se presentan, y es ahí cuando es elemental tener una ‘discusión sana’.

Discusión sana
Discutir puede ser un detonante de gritos, lágrimas y demás emociones exacerbadas cuando hay enojo, corazones lastimados, desacuerdos.
No obstante, una discusión no es sinónimo a pelearse, sino más bien es tener una conversación en donde puedes expresar tus pensamientos, sentimientos y argumentos al otro para lograr una mayor comprensión de lo que uno esta viviendo, explicarse, intentar solucionar un problema o llegar un acuerdo sobre el mismo.

Puede ser más fácil ocultar lo que te molesta y así preservar la ilusión de que todo es perfecto, pero la psicóloga Andrea Bonio apunta que esto es bastante dañino. Lo más saludable es que las parejas tengan la capacidad de expresarse, incluso cuando esto causa conflicto.

Aspectos que debes tener en cuenta para tener una discusión sana
De acuerdo con la psicóloga clínica Adály E. López Sierra considera que una discusión sana debe tomar en cuenta lo siguiente
#1 ¿Cuál es el objetivo de la discusión?
Es súper importante que no se pierda de vista que todos los argumentos que van a presentar están destinados a encontrar una solución. No se trata de ganar, sino de resolver juntos el problema.

#2 Discusión para la relación
El hecho que estén frente a frente comentando qué les enojó o hirió va encaminado a hacer mejor y más fuerte su relación, no en destruirla.
Poder hablar abiertamente y con respeto sobre enojos, molestias y demás, crea un espacio de confianza y amor para que ambos trabajen juntos, se comuniquen y encuentren una solución juntos.

#3 La importancia de escuchar
Una discusión no es una charla de un sólo sentido, es un intercambio entre dos personas. Por ello, es super importante que escuches al otro y valores sus opiniones.

#4 Respeto y tolerancia
Durante la discusión muy probablemente se presenten ideas o argumentos que no compartes. Ante esto, es súper importante el respeto y tolerancia hacia pensamientos diferentes.
Recuerda que todos merecemos ser tratados con respeto, incluso durante una discusión.

#5 No es un juicio
Una discusión no es un ataque hacia el otro. Evita acusar y culpar a tu pareja, mejor enfócate en expresar cómo te sientes.

#6 Generalizar no te ayuda
Palabras como ‘siempre’ y ‘nunca’ pueden ser muy peligrosas en una discusión. Mantén una posición en donde te limites a los hechos precisos por los cuales surgió el problema.

#7 Recuerda que no eres el terapeuta de tu pareja
La psicóloga Adály advierte evitar comentarios como «Es que tú eres así por tus papás». Recuerda que no eres el terapeuta de tu novio o novia.

#8 No se trata de amenazas
Un disgusto o mal entendido no debe convertirse en una guerra total en donde sólo arremetes con amenazas y ultimátums contra el otro.

#9 Escoge tu batallas
Es importante saber que no siempre vas a estar de acuerdo en todo con el otro, pero eso no quiere decir que todas aquellas cosas que no comparten son motivo de una discusión.
